Gafas mal ajustadas
Unas gafas mal ajustadas pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza. |
Más de la mitad de los 30 ópticos sometidos a prueba hacen algo mal. Algunas gafas no deberían haber salido de la tienda, dicen los expertos del Consumentenbond (la Asociación del Consumidor holandesa). Una montura bonita con unas buenas lentes no es todavía un producto bien acabado.
Un óptico que define los bordes de las lentes cuidadosamente y las monta con precisión en la montura, lo puede arruinar todo si no ajusta correctamente las gafas en la cabeza del cliente. Demasiadas ópticas hacen caso omiso a esta parte tan importante, como evidencia la investigación realizada por el Consumentenbond (la Asociación del Consumidor holandesa). De los 30 pares de gafas, 12 no encajaban bien y no deberían haber salido de la tienda, según los expertos. De las otras 18, 14 necesitarían mejoras para ser más cómodas, pero eran aceptables. Sólo 4 pares de gafas fueron capaces de pasar el test al estar bien ajustadas.
El Trabajo del Óptico |
El óptico (o un optometrista u oftalmólogo) determina qué lentes necesita su cliente, recomienda una montura apropiada, mide la distancia entre las pupilas y envía la prescripción resultante al fabricante de lentes. El fabricante es responsable de enviar las lentes con la potencia adecuada y otros requisitos al óptico y éste pasará a inspeccionarlas. Después, el óptico ajusta los bordes de manera que el eje del cilindro está en la posición correcta y los centros ópticos están en una buena altura, también mide la distancia pupilar. Entonces monta las lentes en la montura y ajusta las gafas correctamente para la cabeza del cliente. El Consumentenbond envío un cliente anónimo a 30 tiendas de óptica con la misma prescripción de un optometrista. Los 30 pares de gafas resultantes que se recibieron fueron analizadas por 2 expertos: cómo encajaban, cómo era el acabado y si se ajustaban bien al cliente. Los expertos, optometristas con mucha experiencia en tiendas de óptica, aplicaron los estándares de calidad que se utilizan en la industria óptica y en los programas educativos. Durante su visita a cada tienda, el comprador anónimo grabó los consejos que le dieron y preguntó de forma casual sobre la formación de los empleados que le atendían. |
Los expertos están especialmente insatisfechos con la distancia entre el ojo y las lentes. En ocasiones esta distancia es demasiado grande, impidiendo al que las lleva ver correctamente a través de las gafas. El óptico podía y debería haber resuelto este problema simplemente ajustando la almohadilla de la nariz. Otro problema es la longitud de las patillas de las gafas. Las patillas eran generalmente demasiado cortas para mantener las gafas seguras en la cabeza del cliente. Finalmente, el cliente a menudo salía de la tienda sintiendo demasiado el puente de las gafas en la nariz, lo que puede causar una reacción alérgica.
En otros aspectos los ópticos lo hacen mucho mejor, pero incluso ahí los estudios sacan imperfecciones a la luz. Más de la mitad de los ópticos visitados fallan en trabajar con la suficiente precisión en uno o más aspectos.
La potencia de las lentes coincide exactamente con la prescripción en 12 de las gafas. El resto están dentro del rango aceptado que usan los ópticos y los programas educativos ópticos: 0,12 dioptrías más fuerte o más débil que en las prescripciones.
El óptico debe hacer los bordes de las gafas de forma que el eje del cilindro esté en la posición correcta, para corregir correctamente el astigmatismo. Un óptico capaz y cuidadoso puede montar el cilindro en 1 grado del eje prescrito. El eje para todos los 30 pares de gafas usados en este estudio se desviaba más de 1 grado de la prescripción pero era menor que la desviación aceptada en los programas educativos. La desviación permitida varía por prescripción y se calcula mediante una fórmula específica.
Un ajuste de altura incorrecto puede dar luegar a muchas quejas. |
Además, el óptico tiene que hacer los bordes y montar las lentes en la montura de forma que el centro óptico de la lente esté directamente delante de las pupilas, tanto en término de altura como de distancia pupilar. Uno de los pares de gafas no estaba a una altura correcta: los centros ópticos de las lentes estaban montados 5mm demasiado altos. Según las guías educativas, la discrepancia no puede ser más de 2mm. Esto ocurrió aunque el empleado era plenamente consciente de la importancia de que la altura fuera la correcta, y midiera con precisión. El comprador anónimo afirmó: "El dependiente era consciente de que es importante que la medida sea exacta o yo estaría insatisfecho con las gafas". Esto una realidad debido a que los centros ópticos que están montados demasiado altos fuerzan al que los lleva a inclinar constantemente la cabeza para ver bien con las gafas, mientras que los que están montados demasiado bajos hacen que el que las lleva deba estirar el cuello continuamente. Esto puede comportar dolores de cuello, además de un estado de ánimo irritable.
Es muy importante que tus gafas se ajusten a tu PD correcta. |
Por desgracia todavía hay más malas noticias. La distancia pupilar en 8 de los pares era incorrecta, lo que significa que los centros ópticos están demasiado cerca o demasiado separados. Una de las gafas donde se detectó el error era un par de gafas que estaba disponible para recoger en una hora. Este error interrumpe la capacidad de ambos ojos para trabajar juntos y puede provocar visión doble y dolores de cabeza.
¿Qué pasa con el montaje de las lentes en la montura? Los expertos estuvieron de acuerdo en que 3 pares de gafas no eran "entregables" por los errores detectados entre las lentes y la montura, 5 pares agradecerían mejoras pero podían pasar la inspección y las otras 22 recibieron una buena valoración.
Tres ópticos dejaron que asistentes no calificados midieran la distancia pupilar del cliente. 4 dejaron la tarea de ajustar las gafas a personal no calificado. El ajuste hecho por estos 4 fue, sin excepción, inferior al correcto, pero incluso el personal calificado cometió errores durante este proceso.
La mayoría de tiendas de óptica no requieren (parcialmente) un pago al hacer un pedido. Algunas tiendas piden un adelanto de 50€ y el resto a la entrega.
23 de las 30 gafas se entregaron en un plazo correcto. |
Algunas tiendas no cumplieron el periodo de entrega acordado. Todas prometieron entregar las gafas en una semana y media; 23 mantuvieron su promesa. De las otras 7, 4 tiendas entregaron las gafas en 2 semanas y 3 en 2 semanas y media. Una tienda prometió las gafas en una semana pero acabó entregándolas en unas asombrosas 3 semanas.
Periodo de ajuste de dos semanas
Se tarda unas 2 semanas en acostumbrarse a unas gafas nuevas. Si todavía hay quejas después de este tiempo, se recomienda que el consumidor vaya a la tienda de óptica a preguntar qué ocurre y cómo se puede resolver el problema. Los ajustes normalmente suelen estar acompañados de una garantía de 2 meses. Las garantías de los fabricantes normalmente se extienden uno o dos años, dependiendo de la tienda. El cliente siempre puede buscar una segunda opinión de otro óptico u optometrista. Si no encuentra una solución con el óptico, se puede enviar una solicitud de mediación a la Oficina del Consumidor
Consejos y Hechos
Al comprar:
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Después de los ajustes:
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Al limpiar
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Artículo original, “Beroerd afgestelde brillen”, apareció en la edición de julio/agosto de 2010 de la guía del consumidor danesa Consumentengids en las páginas 13-15. Clic aquí para ver la traducción original (PDF). Clic aquí para ver el artículo en holandés (PDF).
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