El glaucoma es un nombre genérico para los trastornos oculares que son causados ​​por una excesiva acumulación de presión intraocular (PIO), la presión dentro del globo ocular. Esta presión puede dañar el nervio óptico; el nervio que transmite toda su estimulación visual al cerebro. Si este nervio está dañado, se producirá una pérdida de visión. Lo primero que se verá afectado por el glaucoma es su visión periférica. Si el glaucoma no es tratado, puede dar lugar  la pérdida completa de visión.

Síntomas

Durante un examen de vista rutinario se usa un tonómetro para medir la presión intraocular (IOP).

La mayoría de tipos de glaucoma no tienen síntomas que adviertan su aparición y por esta razón, en demasiadas ocasiones, se detecta después de que el nervio óptico haya sido dañado irreparablemente. Por ello, el glaucoma se ha convertido en la segunda causa principal de ceguera (la número uno es la diabetes).

Prevención y diagnóstico

La única forma de detectar el glaucoma es realizar exámenes o revisiones regulares de la vista. Durante esta revisión, tu oftalmólogo u optometrista usará un tonómetro para comprobar tu IOP, usando una pequeña sonda o una bocanada de aire. Lo ideal sería que tu PIO estuviera por debajo de 21mmHg (milímetros de mercurio), si la PIO supera los 30 mmHg, tienes un mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Si la PIO es muy alta, significa que hay demasiado líquido en el ojo; puede ser que éste lo produzca en exceso o que no pueda drenar adecuadamente.

Si no se detecta pronto, el glaucoma puede destruir completamente la visión.

Durante la revisión, tu oftalmólogo u optometrista también te hará algunas pruebas de campo visual - se hace mirando en una máquina y haciendo clic en un botón cuando algo aparezca en la zona de visión periférica -. Esta prueba puede repetirse de forma periódica si tu PIO es alta para asegurarse de que no se están desarrollando puntos ciegos.

También se puede realizar una gionoscopia para asegurarse que el humor acuoso se puede drenar. Este procedimiento utiliza lentes especiales con un biomicroscopio para hacer la estructura interna del ojo visible para el médico. Este comprobará el ángulo de drenaje dentro del ojo que controla el flujo del humor acuoso y afecta la presión intraocular.

Tratamiento

Las opciones para el tratamiento dependeran de la gravedad, medicación o si se trata de cirugía o láser. Recuerda que tu oftalmólogo u optometrista te recetará gotas para los ojos para reducir tu IOP, debes aplicártelas como se te ha prescrito al pie de la letra. Una de las principales razones por las que el glaucoma causa ceguera es debido a no seguir el tratamiento al pié de la letra, ya que el glaucoma no suele provocar dolor.